Las buenas prácticas agrarias son un conjunto de normas y medidas aplicadas a la producción, procesamiento y transporte de los alimentos. Las mismas se emplean para proteger la higiene y la salud, tanto humana como ambiental.
¿Qué son las buenas prácticas agrícolas?
La definición de buenas prácticas agrícolas (BPA) se emplea para hacer referencia a los procesos de producción y procesamiento de los productos agrícolas. Así, estas buenas prácticas buscan lograr que dichos procesos cumplan con ciertos requerimientos para que la producción sea considerada sana, segura y amiga con el medio ambiente. Así, las buenas prácticas agrarias realizan sus procesos mediante métodos ecológicamente seguros, aceptados higiénicamente y viables económicamente.
¿Qué promueven las buenas prácticas agrícolas?
Como mencionamos anteriormente, las buenas prácticas agrícolas buscan que los procesos de siembra, cosecha y post-cosecha, cumplan requerimientos necesarios. Entre ellos encontramos:
- Incentivar el buen uso y manejo de las herramientas e insumos agropecuarios;
- Promover la protección de la salud humana y animal, y el medio ambiente;
- Proteger la salud y la seguridad de sus empleados.
¿Para qué sirven las buenas prácticas agrícolas?
Las buenas prácticas agrarias son las acciones que se ponen en marcha durante el ciclo de producción y procesamiento de los productos. Las buenas prácticas agrícolas sirven para asegurar la calidad e inocuidad de los productos, el bienestar laboral, social y animal, además de proteger la salud de los seres humanos y la conservación de un medio ambiente sano.
¿Por qué es importante aplicar buenas prácticas agrarias?
Si bien no es obligatoria la implementación de buenas prácticas agrarias, son necesarias no solo para proteger la salud y el medio ambiente, sino porque también cumplen con lo que exigen los compradores y consumidores.
Además, es fundamental registrar todas aquellas actividades relacionadas con la producción, permitiéndonos conocer historia agrícola y la ubicación de los lotes. De esta forma, conoceremos las cosas desde el momento en que se sembraron hasta que dichos productos llegaron a las manos del consumidor.
Asimismo, es importante aplicar buenas prácticas agrarias ya que nos ayudan a proteger el medio ambiente debido al menor uso de agroquímicos, plaguicidas y otros químicos que contaminan los suelos y las aguas. Esto también garantiza que los alimentos que consumiremos, son higiénicos y sanos.
Por último, debemos tener que los consumidores percibirán una mejor imagen del producto, por lo cual, tenderán a comprarlo.