La presión arterial alta, o también llamada hipertensión arterial, es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente. Es producido por un incremento, sostenido a lo largo del tiempo, de la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de los vasos arteriales
¿Qué es la presión arterial alta?
La presión arterial alta es definida como una elevación constante de la fuerza que la sangre ejerce sobre las arterias, independientemente de la causa. Debido a que no produce síntomas por mucho tiempo, hasta que algún órgano resulta dañado, la presión arterial alta también es conocida como un «asesino silencioso«
Dado a que no manifiesta síntomas hasta etapas avanzadas, muchas personas no logran controlarla a tiempo. El no control de la hipertensión arterial aumenta el riesgo para el desarrollo de trastornos como infarto agudo de miocardio, aneurisma, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal crónica y accidente cerebrovascular.
¿Cuál es la tensión arterial normal?
En una persona adulta, la tensión arterial normal se encuentra por debajo de los 140mmHg y por debajo de 90mmHg de diastólica.
Síntomas de tensión arterial alta
Los síntomas que vienen de la mano con la tensión arterial alta son muy variados. Por un lado, puede que no se manifiesten síntomas, y que la misma sea diagnosticada de manera casual. O bien, por otro lado, puede descubrirse ante la presencia de dolores de cabeza frecuentes, sensación de inquietud, nerviosismo, hemorragias nasales espontáneas, palpitaciones, temblor o angustia, entre otras.
Sin embargo, cuando esta sintomatología ocurre en conjunto con una elevación importante de las cifras de presión arterial, se denomina crisis hipertensiva
Consejos para cuidar la presión arterial
A continuación, nombraremos unos cuantos consejos para cuidar la presión arterial, sin embargo, no está demás decir que debemos concurrir ante un especialista cuando se trata de nuestra salud. Por eso, primero en la lista se encuentra:
Concurrir al médico: Es importante que las citas se agenden de manera regular y, en caso de diagnóstico de presión arterial alta, se sigan las pautas acordadas por el médico. Esto último no solo incluye la adherencia a los tratamientos farmacológicos, sino también a los cambios que se deben realizar en el estilo de vida.
Mantener una dieta saludable: Un plan alimenticio variado, controlado por un nutricionista, que cuente con todos los alimentos en su proporción idónea, puede contribuir no solo al control de la tensión arterial, sino que también mejora el bienestar general. Sin embargo, existen componentes de los cuales debemos limitar su consumo. Uno de los ellos es la sal, ya que el disminuir su consumo es importante para el control de la presión arterial. Esto mismo mejora la salud cardiovascular y permite que la presión arterial disminuya hasta 5-6 mmHg.
Otro componente que debe consumirse en menor proporción es la cafeína, la cual también juega un papel importante en el control de la hipertensión arterial.
Realizar actividad física: Realizar 30 minutos diarios de actividad física leve ayuda a controlar la presión arterial. Se puede realizar ejercicios aeróbicos, como ser la caminata, trotar o andar en bicicleta. Los ejercicios físicos deben ser llevados a cabo de acuerdo con el médico contratante, luego de haberse realizados los estudios correspondientes.
Controlar y mantener el peso corporal: Es conocido que, con el aumento del peso corporal, la presión arterial tiende a aumentar. Por el mismo camino, cuando disminuye el peso del cuerpo, la tensión arterial disminuye.
Controlar los niveles de glucosa en sangre: Los niveles adecuados de glucosa en sangre ayudan a mantener los niveles de presión arterial, al mismo tiempo que previene la aparición de otras patologías que podrían afectar tu salud cardiovascular.
Disminuir el consumo de alcohol y evitar fumar: Estos dos son hábitos perjudiciales para todas las personas, pero afectan más a las personas hipertensas. Por ello, es importante que evitemos consumirlos, no solo para controlar la hipertensión arterial, sino para mantener la salud en general.
Estos son hábitos importantes que debemos incluir en el día a día, sin olvidarnos de realizar los controles diarios de presión arterial.
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